Carta de las cuatro monjas del Císter que claman desde Siria: «¿Mañana nos harán respirar los gases tóxicos?»

«Miramos a la gente de nuestro alrededor y pensamos: “Han decidido bombardearnos mañana”». Dramática carta desde Siria: «¿Mañana nos harán respirar los gases tóxicos de los depósitos bombardeados, para castigarnos de los gases que ya hemos respirado?».

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Publicamos a continuación una carta que las cuatro monjas trapenses han enviado al sitio OraProSiria. Las cuatro religiosas viven en el monasterio cisterciense situado en la cima de una colina, en una aldea maronita, en la frontera con el Líbano, entre Homs y Tartous:

Hoy no tenemos palabras, si no las de los salmos que la oración litúrgica pone en nuestros labios en estos días: «Reprime a la Fiera del Cañaveral, a la banda de los Toros, a los Novillos de los pueblos… oh Dios desbarata a los pueblos belicosos…». «Que el Señor se ha asomado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los lamentos de los cautivos y librar a los condenados a muerte»… «Escucha, Dios, mi voz que se queja, protege mi vida del terrible enemigo; escóndeme de la conjura de los perversos, del tumulto de los malhechores, que afilan la lengua como un puñal y asestan las flechas, palabras hirientes… Aseguran el delito, proponen esconder trampas y dicen: “¿Quién lo verá? Traman crímenes, ocultan la trama tramada. El los escruta, aquel que escruta lo íntimo del hombre, el corazón profundo”. Alabad a mi Dios con tamboriles, elevad cantos al Señor con címbalos, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su Nombre. PORQUE EL SEÑOR ES UN DIOS QUEBRANTADOR DE GUERRAS. “Tú eres grande, Señor, eres glorioso, admirable en poder e insuperable!».

Miramos a la gente de nuestro alrededor, a nuestros obreros que han venido a trabajar todos, inciertos, atónitos: «Han decidido atacarnos». Hoy hemos ido a Tartous… sentíamos la rabia, la impotencia, la incapacidad de darle un sentido a todo esto: la gente intenta trabajar, como puede, vivir normalmente. Se ve a los campesinos regar sus campos; a los padres comprar los cuadernos para las escuelas, que están a punto de empezar; a los niños pedir, ignorantes, un juguete o un helado… se ve a los pobres, tantos, que intentan conseguir alguna moneda, las calles llenas de refugiados “internos” de Siria, llegados desde todas partes a la única zona que aún queda relativamente vivible… miras la belleza de estas colinas, la sonrisa de la gente, la mirada buena de un muchacho que está a punto de alistarse, y nos regala dos o tres cacahuetes americanos que tiene en el bolsillo, sólo para “sentirse juntos”… Y piensas que mañana han decidido bombardearnos… Así. Porque “es hora de hacer algo”, así se lee en las declaraciones de los hombres importantes, que mañana beberán su te mirando en la televisión la eficacia de su intervención humanitaria… ¿Mañana nos harán respirar los gases tóxicos de los depósitos bombardeados, para castigarnos de los gases que ya hemos respirado?

La gente, aquí, delante de la televisión, con los ojos y los oídos atentos: ¡¡«Se espera una palabra de Obama»!! ¿Una palabra de Obama? El premio Nobel de la Paz, ¿hará caer sobre nosotros su sentencia de guerra? ¿Más allá de toda justicia, del sentido común, de toda misericordia, de toda humildad, de toda sabiduría?

Habla el Papa, hablan los Patriarcas y los obispos, hablan innumerables testigos, hablan analistas y personas de experiencia, hablan incluso los opositores al régimen… ¿Y todos nosotros estamos aquí, esperando una sola palabra del gran Obama? Y si no fuera él, sería otro, éste no es el problema. No se trata de él, non es él “el grande”, sino el Maligno que en estos tiempo está verdaderamente muy activo.

El problema es que se ha convertido en algo fácil contrabandear la mentira con la nobleza, los intereses más despiadados como una búsqueda de justicia, la necesidad de protagonismo y de poder como “la responsabilidad moral de no cerrar los ojos”… Y a pesar de todas nuestras globalizaciones y fuentes de información, parece que nada puede ser verificado, que no existe un mínimo de verdad objetiva… Es decir, no se quiere que ésta exista; porque en cambio, una verdad existe y los hombres honestos pueden encontrarla, buscándola verdaderamente juntos, si no se lo impidiesen los que tienen otros intereses.

Hay algo que no funciona y es algo grave… porque la consecuencia es la vida de un pueblo. Es la sangre que llena nuestras calles, nuestros ojos, nuestro corazón.

Pero ahora, ¿para qué sirven ya las palabras? Una nación destruida, generaciones de jóvenes exterminados, niños que crecen con las armas en la mano, mujeres que se han quedado solas, a menudo objeto de varios tipos de violencia… destruidas las familias, las tradiciones, los edificios religiosos, los monumentos que contaban y conservaban la historia y, por tanto, las raíces de un pueblo…

Mañana, por tanto, (¿o el domingo? qué amabilidad la suya…) más sangre.

Nosotros, como cristianos, podemos al menos ofrecerla a la misericordia de Dios, unirla a la sangre de Cristo que en todos aquellos que sufren lleva a cumplimiento la redención del mundo. Intentan asesinar la esperanza, pero nosotros debemos resistir a esto con todas nuestras fuerzas.

A quien sienta verdadero amor hacia Siria (hacia el hombre, hacia la verdad…) pedimos mucha oración… mucha, preocupada, valiente…

Las hermanas trapenses

da ‘Azeir – Siria, 29 de agosto de 2013

Traducción de Helena Faccia Serrano

14 comentarios sobre “Carta de las cuatro monjas del Císter que claman desde Siria: «¿Mañana nos harán respirar los gases tóxicos?»

  1. Estamos con ustedes unidos en el mismo Corazón de Nuestro Señor, con nuestra oración insistente y suplicante, pidiendo al Padre Eterno que por la Dorosa Pasión de su Hijo nos conseda la Paz.
    Tatiana Alvarez
    Panamá

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  2. pido a DIOS que descienda sobre cada familia y de consuelo por la perdida de su seres queridos y al señor para que se termine esta guerra que no lleva nada para que llegue a su corazon y se termine la guerra que aya paz en todo MEDIO ORIENTE SEÑOR TU QUE MIRA TANTO DOLOR ESCUCHA NUESTRA SUPLICA

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  3. Rezamos, rezamos mucho para recuperar esa PAZ tan anhelada, necesaria para vivir unidos. Estamos en oración constante y sonante… oración preocupada y valiente por todos ustedes amigos, hermanos. Esperanza, esperanza en ese Padre amoroso, en ese Amor inquebrantable.
    Un abrazo fraterno a cada uno desde Chile.

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  4. Señor que c/latido de nuestro corazón sea un canto de Amor, Esperanza y Paz en nombre de todos tus hijos de buena voluntad. Solo Tu sabes como resolver de la mejor manera esta guerra/s que van vs. el hombre, acudimos a tu Misericordia.

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  5. DIOS ILUMINE A QUIENES TIENEN LA DECISIÓN
    EN SUS MANOS…QUE NO HAYA GUERRA..BASTA DE SANGRE…BASTA DE SUFRIMIENTO…BASTA DE VIOLENCIA, QUE REINE LA PAZ, LA ALEGRIA Y PERDURE POR SIEMPRE LA SONRISA, EN ESOS NIÑOS…..

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  6. Sólo en Dios encontramos la fuerza para ofrecer este sufrimiento y para sostener la esperanza, no dejemos que nos la arrebaten. El Dios de la Vida, de la Paz, de Misericordia nos libere de las fuerzas del mal que nos acecha a todo el mundo

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  7. que la Santísima Virgen María Reyna de la Paz bendiga a Siria, Medio Oriente y al mundo entero con su bendición especial y maternal y que por su intercesión reciban la bendición de Dios Padre,Hijo y Espíritu Santo.Las acompaño con mis oraciones

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  8. dios esta con sus hijos hoy mañana y siempre nada nos separara del amor de cristo tengan fe en que todo lo puede al final vensera almalgno para sinempre entoses morara la paz en todo el mundo

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  9. Gracias a Dios que el Presidente Putin de Rusia intervino para que no bombardearan a Siria, quien se iba
    a imaginar eso. La virgen María pidió que se consagrara a Rusia a su Imaculada Corazón. Se hizo?
    Si. Para mi Putin merece el premo nobel de la paz.

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