
(P.J.G./ReL) J. Lee Grady es articulista y antiguo editor de la revista protestante «Charisma Magazine», la más leída en Estados Unidos por lectores pentecostales y protestantes
carismáticos.
Al acercarse la fiesta de San Valentín hace unas semanas publicó un artículo titulado “10 Men Christian Women Should Never Marry”(«Diez hombres con los que las mujeres cristianas jamás deberían casarse»). El resultado asombró a los responsables de la revista porque el artículo se hizo viral en Internet: lo leyeron más de 2 millones de personas, y de hecho 1,5 millones lo reenviaron o compartieron en la red.
Steve Strang, el fundador y responsable final de la revista, comenta que cuando el artículo llevaba tan «sólo» 300.000 reenvíos, uno de los editores le dijo que probablemente se había difundido no sólo en Facebook sino también en agregadores de noticias «mundanas», quizá con comentarios jocosos. Pero no había forma de demostrarlo.
Sin embargo, en la web de «Charisma Magazine» se escribieron 1.200 comentarios sobre el artículo, y no eran de gente sin fe ni bromistas o burlones. Casi todos eran personas cristianas seriamente preocupadas por la importancia del matrimonio. Y el articulista cuenta que al difundirse su artículo recibió «toneladas de mensajes privados, la mayoría de mujeres buscando consejo porque se habían casado con alguno de los tipos de hombre con los que yo avisaba que no debían casarse. Ningún bromista mundano me contactó».
Así que Strang saca una conclusión: «Es como si hubiese un deseo profundo entre los cristianos, decepcionados por tantas personas por adicciones, divorcio, estándares
rebajados… que resuena cuando una figura paternal como Lee dice a las mujeres cosas que su padre o su pastor les debería haber dicho».
J. Lee Grady empieza su artículo señalando que en su casa han criado cuatro hijas de las que tres se han casado, y que quiere a sus yernos, «que obviamente Dios
escogió para que encajasen en los temperamentos y personalidad de cada una de ellas».
Pero la experiencia de Lee es que muchas jóvenes cristianas que quieren casarse no encuentran al hombre adecuado y se impacientan, incluso si buscan sólo en
ambientes cristianos. «Se preguntan si queda algún chico cristiano decente en algún lugar. Empiezan a plantearse si deben ponerse menos exigentes para encontrar pareja».
Lee da su consejo: «¡No aceptes nada por debajo de lo que Dios pide! Estás mejor soltera que con el tipo equivocado«.

Y a continuación da una lista de 10 tipos equivocados «que deberías evitar al buscar un marido».
1. El no creyente
«Escribe 2 Corintios 6,14 en un post-it junto a tu ordenador en el trabajo. Dice: “No os atéis a los no creyentes, porque ¿qué tienen en común la justicia y la impiedad, qué compañerismo hay entre la luz y la oscuridad?» Esta no es una norma religiosa caducada, es la Palabra de Dios para ti hoy.
Lee es muy exigente: según él, no basta con que el candidato se ofrezca a acompañar a la chica a la iglesia. Y las «citas misioneras», dice, «nunca son buena estrategia».
Más aún, Lee especifica que «si el hombre no es un cristiano nacido de nuevo, táchalo de tu lista. No es bueno para ti. Aún he de encontrar a una mujer cristiana que no se arrepintiese de casarse con un no creyente».
2. El mentiroso
«Si descubres que el hombre con el que estás saliendo te ha mentido acerca de su pasado, o que siempre está borrando su rastro para esconderte secretos, corre hacia la salida más próxima. El matrimonio debe construirse sobre el cimiento de la confianza».
3. El playboy
«Me gustaría poderte decir que si encuentras a un tipo majo en la iglesia puedes considerar que vive la pureza sexual. Pero no es el caso hoy. He oído historias de horror de solteros que apoyan el equipo de adoración del domingo, pero son Casanovas el resto de la semana. Si te casas con un tipo que iba de cama en cama antes de la boda, ten por seguro que irá de cama en cama tras la boda«.
4. El que no cuida su familia anterior
J. Lee afirma que «hay muchos cristianos firmes que vivieron en su pasado un fracaso matrimonial. Desde su divorcio han experimentado cómo el Espíritu Santo les restauraba y ahora quieren volver a casarse. Los segundos matrimonios pueden ser muy felices».
[Desde un punto de vista católico, esto podría aplicarse a viudos, a hombres en uniones civiles no sacramentales y a quienes tuvieron una unión matrimonial nula; los católicos -al contrario que los protestantes- no admiten que se vuelva a casar un hombre que ante Dios está unido a otra mujer en una unión que Cristo decreta como indisoluble].
Aquí la precaución viene de cómo ha tratado este hombre a su familia anterior, a sus hijos con otras mujeres. «Si descubres que el hombre con el que sales no ha cuidado a sus hijos de relaciones anteriores, has descubierto un fallo fatal. Un hombre que no paga sus errores ni apoya a sus hijos anteriores no te va a tratar responsablemente», dice el articulista.

5. El adicto
«Los hombres que van a la iglesia y tienen adicción al alcohol o las drogas han aprendido a esconder sus problemas, pero no deberías esperar a la luna de miel para descubrir que es un borracho. Nunca te cases con un hombre que se niega a recibir ayuda contra su adicción. Insístele en que busque ayuda profesional y aléjate de él. Y no caigas en una relación codependiente, en la que él dice que te necesita para estar sobrio. Tú no puedes cambiarle.»
6. El gandul
Una amiga de Lee descubrió, después de casarse, que su nuevo marido no tenía ninguna gana de encontrar un trabajo serio y que su plan consistía en estar en casa jugando a videojuegos mientras su esposa trabajaba y pagaba las facturas. Un hombre que no está dispuesto a trabajar no merece una esposa cristiana. Lee recuerda 2 Tesalonicenses 3,10: «Quien no está dispuesto a trabajar, que no coma».

7. El narcisista
«Deseo sinceramente que encuentres un chico que sea apuesto. Pero cuidado: si tu noviopasa 6 horas al día en el gimnasio y publica con regularidad fotos de sus biceps en Facebook tienes un problema».
«Puede que sea ´mono´, pero un hombre tan centrado en su apariencia y sus propias necesidades nunca podrá amarte sacrificialmente, como Cristo ama a la Iglesia [Efesios 5,25]. El hombre que siempre se busca a sí mismo en el espejo no se fijará en ti».
8. El abusador
«Los hombres con tendencias abusadoras no pueden controlar la ira cuando hierve en su interior. Si el hombre con el que sales tiene tendencia a levantar la mano sobre ti o sobre otros no te sientas tentada a racionalizar su comportamiento. Él tiene un problema, y si te casas con él tendrás que navegar en ese campo minado evitando detonar más explosiones. Los hombres iracundos dañan a las mujeres, a veces verbalmente, otras físicamente. Encuentra un hombre gentil».
9. El infantil
Lee previene contra «un tipo que aún vive con sus padres a los 35 años. Si su madre aún le hace la comida, la limpieza y le plancha la ropa, puedes estar segura de que está atascado en un bucle temporal emocional. Te buscas problemas si crees que puedes ser esposa de un chico que no ha crecido. Retrocede y, como amiga, anímale a que encuentre un mentor que le ayude a madurar».
No sabemos si Lee diría esto mismo si viviese en España, donde el 56% de los adultos entre 30 y 34 años están en paro, por lo que muchos han vuelto a vivir con sus padres. Con la crisis económica y de vivienda en España la edad de independización de los jóvenes está en los 30 años. Muchos que viven con sus padres por razones económicas pueden ser perfectamente maduros.

10. El maniático del control
«Hay algunos hombres cristianos que creen en la superioridad masculina, que citan las Escrituras y suenan muy espirituales, pero tras su fachada de autoridad marital esconden una inseguridad profunda y un orgullo que puede convertirse en abuso espiritual. En 1 Pedro 3,7 se pide a los maridos tratar a sus esposas como iguales». [La cita, que tomamos de la nueva Biblia de la Conferencia Episcopal Española, dice: ´Los maridos en la convivencia con la mujer, sabiendo que ella es más delicada, demuestrenestima hacia ellas como coherederas que son también de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo´].
«Si el hombre con el que sales te habla despreciativamente, hace comentarios insultantes contra las mujeres y desprecia tus dones espirituales, márchate ya. él sólo busca poder. Las mujeres que se casan con maniáticos del control religiosos acaban a menudo en una pesadilla de depresión».
Conclusión final
El artículo que se ha reenviado una y otra vez por Internet finaliza con un consejo: «Si eres una mujer de Dios, no entregues tus derechos de nacimiento espirituales casándote con un tipo que no te merece. Tu decisión más inteligente en la vida es esperar a un hombre que realmente esté entregado en Jesús«.
Un tema de debate podría ser hasta qué punto esta clasificación y estos consejos pueden aplicarse también en ámbitos católicos y en países de lengua española. Animar a las mujeres a «esperar» suena distinto en Estados Unidos, donde la media de edad a la que se casan las mujeres es a los 27 años, mientras que en España las chicas se casan, como media, a los 33 años. Y los hombres españoles, a los 36.
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/

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Según el punto 1, san Agustín no debería haber nacido, pues santa Mónica no debería haberse casado con su marido (que al final también se convirtió por la oración de santa Mónica).
El CATECISMO de la Iglesia Católica dice:
«En los matrimonios con disparidad de culto, el esposo católico tiene una tarea particular: «Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente» ( 1 Co 7,14).
Es un gran gozo para el cónyuge cristiano y para la Iglesia el que esta «santificación» conduzca a la conversión libre del otro cónyuge a la fe cristiana (cf. 1 Co 7,16).
El amor conyugal sincero, la práctica humilde y paciente de las virtudes familiares, y la oración perseverante pueden preparar al cónyuge no creyente a recibir la gracia de la conversión.»
Eso de «me junto con los míos y que me hagan la vida fácil» es cómodo, pero nosotros estamos para llevar a Cristo a las personas y ser santos en nuestra vocación. Con cierta frecuencia, Él elige a personas creyentes para ser esposos de personas no creyentes y que, llevando uno de ellos al otro a Dios, ambas se santifiquen.
Es Dios quien elige al marido de una, no una lista de estúpidos requisitos para facilitar la práctica religiosa que, en ocasiones, sólo provoca tibieza.
Este artículo es un insulto a la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y su misión. Cuidado con estas cosas, que muchas personas se pueden sentir que se las echa de la Iglesia, cuando son una de las joyas más preciosas de ella. Nosotros vivimos en la frontera, luchamos en la frontera y rescatamos a la oveja que se fue, en vez de quedarnos agustito con el rebaño, aun a riesgo de enredarnos en las zarzas. Si me enredo, Dios me librará pues sólo cumplo con Su Voluntad. Eso sí, siempre en la frontera, siempre en la primera fila para salir a por las demás almas y siempre en la última fila a la hora de ser comprendida, siempre sola, en un islote, pero acompañada por Cristo. Somos el nexo de unión a Dios de una persona que aún no ha tenido un encuentro con Cristo. Somos, de hecho, o debemos ser, la materialización de ese encuentro.
Y luego llega un listo a decirme que me debía haber casado con un cristiano que me hubiera hecho la vida fácil en vez de decirme que me case con el hombre que Dios ha dispuesto para mí y muera por él con tal de que él llegue a Dios. De verdad, tened cuidado. Mi marido no cree, pero mi casa es Nazareth, os lo aseguro.
El resto de puntos no pienso leerlos por lo humillante y disparatado que me ha resultado el primero.
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No se de tantos puntos que tendra esTo…. Pero se ofenden a todaS persona a la conversion… siendo este un manipulador de mujeres, (hombres), maniatico, etc “Pues no hombre perfecto”.. puede comer toda una biblia de conocimiento no te ayudar en nada ….pero si colocas una cosa en la vida … “DEL QUE EL HOMBRE PUEDE CAMBIAR POR LA GRACIA DE DIOS …. ES POSIBLE… SIENDO ANTES O DESPUES DEL MATRIMONIO… POR ESO EXISTE EL ARRENPENTIMIENTO” la persona cambia por amor a la otra sin importar lo que este o esta halla sido… pues donde ESTA lo que dice “lleva tu cruz” y tu CRUZ es tu otro yo… sea este esposo o esposa..
“No lo hago de ofender a esta pagina pero se afectan muchas personas” ni a su autor
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Es obvio que no estoy de acuerdo con la totalidad de este articulo. Aunque me parece muy interesante leerlo y comentarlo por eso lo comparto en este blog. Creo que podemos sacar muchas cosas hablando y compartiendo.
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