(ABC) Dos hombres armados con cuchillos han tomado este martes cinco rehenes en una iglesia de una ciudad situada en Normandía, una región del norte de Francia, durante la celebración de una misa, según han informado fuentes policiales citadas por Reuters. La cadena de radio France Info ha señalado que ambos agresores han sido abatidos por las fuerzas del orden, y han añadido que uno de los rehenes ha sido asesinado y otro gravemente herido, encontrándose ahora mismo entre la vida y la muerte. La víctima mortal es el sacerdote, que habría sido degollado. Por el momento ningún grupo terrorista ha reivindicado este asalto.
Como han señalado fuentes policiales, había cinco personas —el cura, dos monjas y dos fieles— en el interior de la iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray, localidad de 27.000 habitantes situada al sur de la capital normanda de Ruan. Una de las monjas ha logrado escapar del edificio para alertar de lo que estaba sucediendo, según ha indicado France Info. La operación policial, en el curso de la cual se ha producido un tiroteo donde han sido «abatidos» los atacantes, se ha desarrollado rápidamente.
«Hacer bloque»
El presidente François Hollande ha llegado ya al lugar de los hechos para reunirse con la comunidad católica y también con las fuerzas del orden que han intervenido en la operación. Un destino en el que estará acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Por su parte, el primer ministro, el socialista Manuel Valls, ha anunciado que Francia «hará bloque» frente a este «ataque bárbaro». Así lo ha indicado en un mensaje publicado en su perfil de la red social Twitter: «Horror ante el ataque en una iglesia de Seine-Maritime. Francia entera y todos los católicos están heridos. Haremos bloque».
El Papa Francisco, al tanto de la muerte del sacerdote, también ha querido enviar sus condolencias y condenar el ataque, afirmando que comparte el «dolor y el horror» sufridos por Francia.
Motivación desconocida
Los medios franceses discuten ahora sobre la motivación de este ataque,barajando la hipótesis terrorista, que todavía no puede ser confirmada. Además, también se preguntan sobre el objetivo de una agresión así en una localidad tan pequeña, sugiriendo que el propósito de los atacantes era demostrar que pueden golpear en todas partes. Según el medio «Le Figaro», fuentes policiales han indicado que uno de los dos secuestradores llevaba barba y una chéchia, un tipo de gorro que visten los musulmanes.
Este ataque tiene lugar en un mes especialmente negra para Europa. El pasado 14 de julio, Niza sufrió un atentado que causó la muerte de 84 personas y causó 350 heridos durante las celebraciones de la Fiesta Nacional, agresión reivindicada por el grupo terrorista Daesh. En respuesta, el Gobierno galo prolongó el estado de emergencia seis meses más. Por otro lado, agresiones similares a la de este martes se han producido en otros países recientemente. El lunes 18 de julio, un joven refugiado afgano, armado con un hacha y con un cuchillo de cocina, dejó tres heridos en un tren que circulaba en la región meridional de Baviera, en Alemania. La organización yihadista también reclamó la autoría. Como además añade AFP, la amenaza terrorista sobre lugares de culto planea sobre Francia desde abril de 2015, cuando se frustró un intento de atentado contra una iglesia de Villejuif, a las afueras de París.
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